Lo mejor del 2009: The Boy of Steel en Adventure ComicsLa elección de lo mejor del año, o de cualquier otra cosa, siempre es una tarea esencialmente subjetiva, y se realizará sin importar si objetivamente es o no lo mejor ya que los diversos factores subjetivos se imponen.
No está exenta de esa afirmación mi propia elección de lo mejor de este 2009 que estamos despidiendo, siendo que más exactamente debería decirse que es lo que más he disfrutado en este 2009 en forma de cómic… pero bueno, el título es “lo mejor” y que así sea.
Sin más preámbulos, y como reza el título, mi elección personal como lo mejor del 2009 es
The Boy of Steel, publicada en los primeros números de
Adventure Comics de la pluma de
Geoff Johns y el lápiz de
Francis Manapul.
Escoger a los mejores me resulta trabajoso y esta vez no fue la excepción. Sin embargo, esta historia de
Adventure fue la primera opción y luego de una reflexión, ni muy extensa ni muy profunda, resultó ser también la opción definitiva. Aunque pueda ser una decisión discutida por muchos motivos (entre ellos que aún está inconclusa, que es muy reciente su publicación y que sólo son unos pocos cómics), como ya expliqué párrafos más arriba es esto lo que más he disfrutado en este año de todo lo que se publicó. Y hay razones para ello.
En primer lugar, era casi seguro que mi elección sería un cómic publicado en Estados Unidos y de
DC Comics por una simple cuestión de probabilidades: es lo que más sigo, compro y leo. Era difícil que fuera de otra manera, pero he leído durante este año varias cosas que no fueran de DC ni de Estados Unidos… y aún así
The Boy of Steel vence.
Una razón muy importante para que haya disfrutado tanto de estos cómics es que
Superboy/Conner Kent fue uno de mis personajes favoritos desde su primera aparición, y es por ende una debilidad; sabrán bien como es esto, ni falta hace que me extienda en el asunto. Por lo tanto, deseaba su regreso de entre los muertos prácticamente desde que encontró su destino “final”, y cuando finalmente sucedió esperaba verlo protagonizando un cómic, como sucede en esta historia. No sólo recibí los obsequios de que Superboy regresara a la vida y de que protagonizara un cómic, sino que además lo hizo con un equipo creativo de primer nivel como lo son
Geoff Johns y Francis Manapul, quienes crearon una historia para su regreso que a mi gusto está cercana a la perfección, al tener todo lo que esperaba de ella y más también.
El guionista aquí ofrece cómics donde no predominan la oscuridad, lo macabro, lo
grim & gritty, que tanto leemos y releemos en gran parte de las colecciones superheroicas (incluso varias del propio
Johns). Por el contrario, este arco argumental es mucho más suave, alegre y descomprimido en su tono, aún con sus momentos conflictivos que sin ellos no habría historia sino más bien una reunión de lindas imágenes con escenas simpaticonas. Y sí hay conflictos, sí hay historia, narrándose paralelamente dos tramas que se reunirán en la conclusión aún no publicada.
La primera de esas dos, es obvio, es la de
Superboy reacomodándose en su vida, buscando su identidad y su lugar en el mundo de una forma curiosa y atractiva que conduce la narración. Esto es lo que crea
Johns para hacer lo que se debe hacer con este personaje vuelto a la vida, es decir, reordenarlo, reintroducirlo en sus ambientes naturales, reunirlo con quienes eran su mejor amigo y su novia… La otra trama tiene que ver con
Lex Luthor, pero no hago mayor mención al respecto para no seguir revelando elementos de este arco argumental.
El otro brazo que hace de
The Boy of Steel mi cómic preferido del 2009 es el de
Francis Manapul, trabajando a la par de
Geoff Johns en esa cuestión de lograr un tono más suave para la historia y descollando en esa tarea. Los dibujos de
Manapul me resultan excelentes, muy bien logrados tanto en escenas de acción, como en narrativa y en expresividad de los personajes. Y para mejor, su arte se complementa perfectamente con los colores de
Brian Buccellato, quien merece tanto crédito como el propio
Manapul ya que también es responsable de la alta calidad visual de estos cómics.
Antes de concluir, párrafo aparte merece
Krypto, el súperperro.
Johns y Manapul escriben uno de las mejores versiones (sino la mejor) del feliz can kryptoniano. Tanto es así que el perro es el coprotagonista de
The Boy Steel, robándole mucho espacio al mismísimo
Superboy. Cada escena y cada panel donde Krypto aparece son puro goce y diversión. Y como queda claro, tanto el escritor como el dibujante ponen lo suyo para lograrlo:
Johns le da espacio en la historia y deja que se luzca y
Manapul da vida a este perro, captando a la perfección el comportamiento de los perros, más allá de dibujar uno de los más lindos canes que vi. No es casualidad ni capricho ni comportamiento excesivamente nerd (está bien, un poco sí) que cada vez que leo estos cómics digo
“¡quiero que Krypto sea mi perro!”.
Aunque todavía nos resta leer la importante conclusión de esta historia, que muy probablemente sea el capítulo más relevante de la misma, no creo que mi valoración personal y todo lo mencionado antes se modifique radicalmente. De cualquier manera, de lo visto en este 2009
The Boy Steel ha sido lo que más disfruté, ya que la conclusión saldrá a la venta el 13 de enero de
2010 y ya no será este año sino otro.
The Boy of Steel se lee en
Adventure Comics #0 a
#3 y
#5 a
#6.
Fuente: ZN